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Cientista Politico y Licenciado en historia.

jueves, 25 de febrero de 2010

Brasil: ordem e progresso


Brasil ha hecho las cosas bien desde exactamente el año 1995, año en que asumió en el poder el sociólogo, profesor y político del partido social democracia -Fernando Henrique Cardozo-. Sus inicios fueron como Ministro de Hacienda en el gobierno interino de Itamar Franco, quién era el vicepresidente del destituido Collor de Mello. Fue ahí donde tuvo la misión de contrarrestar la hiper elevada inflación de 2000% que azotaba al país. Así se crea el plan Cardoso, que obtuvo excelentes resultados. Dentro de sus principales aciertos fue la de cambiar la moneda e igualarla al dólar, así surge el Real y empieza el equilibrio al frenar la escalada infinita que tenían los precios. Creador de una política neoliberal que venía en boga en la década de los 90 en casi toda Latinoamérica, de esta manera comienza la apertura de los mercados hacia el exterior. Una reforma a la constitución le permite tener un segundo gobierno que duraría hasta el 2003, año en que lo sucede el carismático Lula da Silva. Antagonista en el fundamento político a Henrique Cardozo, logró llegar al poder junto a la conglomeración izquierdista del Partido de los trabajadores. Sin embargo, ha seguido muy inteligentemente las iniciativas del anterior gobierno y puso en marcha un ambicioso plan industrial a nivel público y privado, con la clara misión de dar más mano de obra y así dejar de ser el país con el mayor número de pobres de Iberoamérica, cifra que redujo en más de un 30%. Lula, en su primer gobierno hizo significativas reformas al sistema tributario y al previsional lo que dieron un superávit de un 38% del PIB. Sin embargo, la política fiscal y el aumento de la deuda pública son los puntos que el nuevo gobierno deberá sortear con mucha astucia. Una de las grandes críticas al actual gobierno fue que el gasto público se concentró en su mayoría en gasto corriente y no en un gasto enfocado a la inversión.



Actualmente, Brasil, posee el mejor índice de clima económico (ICE) con 7,8 puntos. A modo de analogía, Chile registró el segundo puesto con 7,4 puntos. Las expectativas macroeconómicas se prevén muy alentadoras: crecimiento del 5%, superávit del PIB en torno al 3,5%, inflación controlada sobre el 4,5%. Todos estos balances se demuestran en la fuerza que ha tenido el sector industrial que ha crecido con inusitada fuerza en los últimos 4 años. Esto, por los esfuerzos en inyectarle una gran diversificación de tecnología que se ha visto representada en el aumento sostenible de la producción industrial. Sin embargo, no todo es color de rosa. Los grandes defectos del actual gobierno son el precario sistema judicial y la institucionalidad política, del cual depende mucho del muñequeo que representa el presidencialismo exacerbado en Brasil, vale decir, el caudillismo es importante para mantener ordenado el sistema de presiones, sobornos y burocracia.



Recientemente, se firmó un Acuerdo Estratégico de Integración Económica con México lo que indica que los dos pesos pesados de Latinoamérica están estrechando vínculos, a futuro el TLC parece inminente. En la última década el comercio bilateral entre ambos creció en un 138% (US$ 6.000 millones 2009), en simples palabras, estas dos potencias unidas representan casi las dos terceras partes del PIB de la región.
El 3 de octubre, será el día en que se producirán los comicios presidenciales en Brasil, lo fundamental aquí es entender que Brasil ya no contará con “Súper Lula” que en la última encuesta de diciembre del 2009 arrojaba un 83% de aprobación; por lo tanto lo que ocurrirá en materia de política económica, reformas institucionales y de relaciones internacionales, serán una incógnita que todos los analistas, presidentes, asesores y periodistas del mundo estarán atentos. Aquí se definirá el tablero geoestratégico de la región a mi manera de ver.



Cabe destacar que en los últimos sondeos sale mejor posicionado al gobernador de Sao Paulo, José Serra –opositor-. De ganar Serra la situación Política variará sustancialmente, esto porque la visión con Venezuela tenderá al distanciamiento y al acercamiento con EEUU. Por su parte, La candidata oficialista es Dilma Rouseff – La Bachelet Brasileña- que viene creciendo fuertemente en las encuestas, pero carece de carisma, es la llamada a seguir el legado de Lula.



En síntesis, salga quien salga en materia económica la articulación protagónica la ha tenido el Estado y esto ha sido la constante mundial. Fue esto lo que trajo los buenos resultados en materia social, por lo que sería un craso error ponerle cortapisas a una segmentación entre el mercado y el Estado.
Por último, no nos debe sorprender que ser el anfitrión de los dos eventos deportivos más importantes del orbe- El mundial de fútbol en el 2014 y los Juegos Olímpicos de Rio en el 2016- no son meras coincidencias. Y ahora más que nunca me doy cuenta del trasfondo del lema “orden y progreso”, máxima acuñada al positivista Auguste Comte que lo explica como “El amor por el principio, el orden por la base, el progreso por fin”

martes, 16 de febrero de 2010

La evolución del concepto de la política


A lo largo de los años hemos observado que el concepto de política ha cambiado según las variables de la historia. Desde la época clásica, donde nacen los primeros estudios de la política, el sostén de ésta iba en directa relación al bien común, por lo menos en teoría y muy bien arraigada para los contemporáneos de esa época. Así advertimos que con el correr del tiempo, el objetivo final ya no era el bien común o el fundamento esencial de ésta, sino que el Estado. Al menos, a partir del surgimiento del Estado Moderno, estoy hablando del siglo XV-XVI en adelante, cuando estaba aún muy incipiente la idea- pero que ya estaba concurriendo- la existencia de un gobierno común y el sentimiento de identificación cultural y nacional de sus propios habitantes, con esto nace la diplomacia; la prestación de servicio que da el señor feudal al ceder sus derechos individuales a cambio de una serie de privilegios, dentro de estos, la defensa. Así vemos transcurrir que el concepto de política ha sido muy voluble a lo largo del tiempo.
A finales del siglo XVIII observamos la creación (y bien dicho creación, al estilo kantiano hablando) del Estado liberal, donde sus referentes son muchos los que hicieron su principal sentimiento a la razón, tal es el caso de: Montesquiev, Diderot, Rosseau, Locke, Hobbes, etc. Cabe recordar, que este Estado Liberal nace de una detracción perentoria al sistema monárquico-feudal, y que su máximo esplendor se obtuvo cuando el Rey francés Luis XIV, señala: “L'État, c'est moi” (El Estado soy yo).
Con los años esta repostulación del Estado, y así mismo, de la política traería más connotaciones como seria el Estado de Derecho, inmerso dentro del mismo contexto y tiempo que el Estado Liberal, pero con un gran aporte en lo jurídico. Esto se entrecruza con la acción protestante, muy en boga en la Europa del siglo XVII, donde esta articulación que realiza la religión calza perfectamente con el ius naturalismo racional, que aduce la existencia de un derecho autónomo alejado de toda cuestión ética y moral.
Posteriormente, convergemos en el tiempo en que la política es vista como un objeto de poder o simplemente un mecanismo encargado del control de la sociedad, paradójicamente observamos que en el siglo donde toma mayor fuerza estas teorías agonistas ( agón= lucha, adversarios) es precisamente el siglo donde se desatan las mayores mortandades de la historia del mundo, nacen las mayores ideologías políticas de la humanidad y encabezadas por personajes donde la autocracia era su máximo modelo político, todo esto en el siglo XX. Por lo tanto, no nos debe asombrar los postulados de Arendt, al sostener que el poder termina donde comienza la violencia. Justamente el valor más preciado de la política es el evitar a toda costa la violencia, es por eso que existen mecanismos paralelos, como la diplomacia, para serenar y conducir eventuales conflictos. Dentro de este punto, Foucault, gran pensador del siglo XX, sostiene que en nuestra sociedad disciplinaria predominan ante todas las cosas, los mecanismos de control. Vale decir, se ha convertido en lo más fundamental de nuestra estructura social la vigilancia antes que el conocimiento, entonces, es mejor que alguien nos esté observando constantemente, en vez de dejarle al hombre ser libre. No me queda nada más que pensar que se perdió la confianza en el hombre, cuando Nietzsche mató a Dios.
Como señalábamos, el control de los individuos ya no es realizada por la justicia en su totalidad sino que son los poderes laterales, al margen de la justicia, como la policía y toda una red de instituciones de vigilancia y corrección, que salen al llamado de proclamar el orden antes que todo. Incluso antes que se propicie un desorden, como si tuviesen una bola de cristal.
Los hechos que propiciaron las guerras mundiales, están en directa relación al clima político que se manejaba para entonces, luego nuevamente se da un cambio vertiginoso a mediados del siglo XX. Esta nueva concepción de ver al mundo, se obtiene tras los desastrosos resultados que habían traído consigo el progresismo racional y llevado a la mejor de sus prácticas en la primera parte del siglo XX. Ahora se le da paso al Estado de bienestar, al de las comunidades de naciones como pregonaba Kant hace 3 siglos antes, a la incipiente globalización a gran escala: económica, política, jurídica, social, etc. Esto fue lo que se creó, como una necesidad evidente, a una necesidad de reconstrucción de Europa en primera medida, y luego la reconstrucción del mismo hombre, en segunda. Finalmente vino a emerger y a terminar de crecer este nuevo hombre cuando cae la muralla de Berlín en 1989, y con esto toda la maquinaria soviética que lo apoyaba. Por lo tanto, cae el último indicio de la ideología que fue muy virulenta a lo largo del siglo XX.
Tras este rápido repaso de los principales cambios en que el concepto de Política debió de enfrentar, me sitúo en el contexto que realmente me convoca, que forma parte de la ultima parte – nosé si final, no tengo ánimos deterministas- del nuevo esquema que se debe orientar la política. El término de ésta nueva forma de ver la política es más cómo una política aplicada, donde las variables de poder, control, Estado, siguen ejerciendo su rol; pero ahora lo que cambia es el enfoque de cómo ejecutar las políticas; en otras palabras, el problema logístico aquí es el relevante. Por lo tanto, el inicio de este Estado de bienestar viene sujeto a una delicada red que actúa como puente para poder concretar estos proyectos. Muy en boga, en el actual periodo de la actual mandataria de nuestro país, donde la expansión de esta red de protección debe ser el inicio para una mayor profundización de esta área en especifico, para poder llegar a cada uno de los más necesitados de forma más certera y focalizada. Eso es lo que se llama “ver, para prever y prever para proveer”.

Articulo publicado En el diario EL Centro el dia Martes 23 de Febrero del 2010 y en el diario electronico www.elamaule.cl/admin/render/noticia/24262 del 18 de febrero del 2010

miércoles, 3 de febrero de 2010

El nuevo escenario latinoamericano tras el triunfo de la derecha en Chile


No cabe duda que lo suscitado en el país en esta última elección presidencial, aparte del carácter histórico que implica, traerá una serie de efectos políticos en la región. Este nuevo escenario, tiene ahora un nuevo integrante de la nueva camada derechista que está tomando vuelo en la región. Las recientes elecciones en Panamá, tubo como vencedor al también multimillonario y con tendencias derechistas: Ricardo Martinelli; por su parte, en Honduras tras el golpe de Estado en contra de Zelaya asumió Porfirio Lobo y ahora se suma Sebastián Piñera en Chile. Sin embargo, hay que ser justos y racionales, no podemos comparar nuestro espíritu eleccionario con el de los demás países antes mencionados, donde Chile son una verdadera oda al fundamento democrático y marca la pauta de lo que significa la acción cívica.
La estrategia a seguir para Chile, es la de seguir haciendo gestos al líder de la región –Brazil- donde las implicancias e influencias que dejará Lula da Silva serán las claves para mantener el apoyo de una de las economía que más ha progresado en el último tiempo. Cabe destacar, que en octubre próximo serán las elecciones presidenciales en Brasil, donde el continuismo de Lula lo representa su actual jefa de gabinete Dilma Rousseff que está muy bien posicionada en los sondeos pre electorales. Esto es muy significativo, porque como el caso de Brasil, también se deben realizar elecciones presidenciales en Costa Rica y Colombia durante el 2010, y de Perú, Argentina, Guatemala y Nicaragua en 2011.
Viendo este esquema, no es descabellado dimensionar que poco a poco el eje de izquierdización que venía marcando la pauta en la zona, se vaya redireccionando hacia una centro- derecha. El fundamento real a estos cambios es el modelo de transición que la democracia delimita como eje operacional más importante, por lo tanto la alternancia al poder debemos verla como algo natural, pero ¿qué pasa con aquellos países que el concepto de democracia, de oposición constructiva y de gobernabilidad en vista el bien común, simplemente no existen? Como son los casos de Ecuador, Bolivia, Colombia y Venezuela. Aquí las principales razones de Estado convergen hacia otros fines, que van de la mano a una “refundación” de sus Estados, y con acento a continuar con la guerra contra la FARC y el narcotráfico, en el caso Colombiano; o bien, la de refundar al Estado en “Estados plurinacionales” como en Bolivia; Idear y reconstruir el socialismo moderno a su manera, por supuesto, en Ecuador y Venezuela.
El tablado político en la región dicta de dos caminos muy claros: el conformado por el ALBA y liderado por Hugo Chavez, donde lo conforman: Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Antigua y Barbuda, Dominica, San Vicente y Granadinas. Por la otra vereda, encontramos a: México, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú y Chile. Brasil, por su parte, juega el rol de “comodín” con una estrategia moderada entre ambos polos.
En síntesis, lo concreto es que Chile está obligado a mantener una postura más cercana con este último grupo, donde su principal bastión es Colombia. Sin embargo, para Colombia esto es un arma de doble filo, ya que no seguiría siendo el amigo numero 1 de los EE.UU, porque pasaría ahora a manos de Chile, pero por lo menos no se sentirá tan solo en esta parte del hemisferio. La estrategia aparente es la de seguir manteniendo los lazos prudenciales con las potencias como Brasil, Argentina y México, pero el gran aporte será la de crear una nueva esfera de influencia donde la ventaja de plataforma económica que exhibe Chile, será de gran importancia para el nuevo juego de adecuación que deberá propinar este nuevo gobierno chileno.