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Cientista Politico y Licenciado en historia.

sábado, 13 de marzo de 2010

Paradojas: La fuerza de la naturaleza y la naturaleza de la política.

Inexorablemente la fuerza de la naturaleza se entronca con la naturaleza de la política, del devastador seísmo del 27 de febrero, pasamos al segundo terremoto que es el social. Así nos damos cuenta que la finalidad última del gobernante es la de encausar a mejor puerto este segundo terremoto, que es el único que está a su alcance, por su puesto. La naturaleza de las cosas hizo que el ingrediente político estuviese más presente que nunca, a días de la transición de gobierno observamos el desastre que dejó el terremoto en las zonas centro- sur del país. Por su parte, el mismo día del traspaso de mando se sintió con inusitada fuerza, como tres temblores sacudieron el Congreso Nacional. Sin embargo, no es de sorprender un hecho de estas características, cabe recordar que el último presidente de derecha elegido democráticamente en Chile, fue Jorge Alessandri Rodríguez en el año 1958. Hasta el momento nada nuevo en este evento, pero pocos recuerdan que el mismo día de su elección se produjo el Terremoto de las Melosas de ese mismo año, el epicentro fue el mítico cajón del Maipo al alero de la confluencia de los ríos Maipo y Volcán. La escala de Mercalli se empinaba por sobre los XI puntos (luego fue modificada la escala); y por la magnitud de los hechos se suspendió el Mensaje presidencial, por falta de garantías. Posteriormente, justo dos años -en 1960- vendría el archiconocido terremoto de Valdivia, donde Alessandri Rodríguez tuvo la ardua tarea de levantar a un país que venía con una economía devastada por los altos porcentajes de inflación que dejaban los gobiernos radicales. Así se crea el Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción y se cambia la moneda nacional - de Peso a Escudo- equiparándose uno a uno al dólar.
Hoy en día, Los disidentes a este bando político podrán decir que el país no está preparado para recibir a un presidente de derecha, que es por eso que tiembla. Sin embargo, para los otros, podrían decir que el gobierno entero de la concertación es un constante terremoto. De igual forma, divergentes y partidarios están más unidos que nunca, que lindo es saber que las fuerzas de la política aúnan sus fuerzas para ir en detrimento de las zonas afectadas y lo que es mejor aún por la naturaleza misma de la política que es el bien común, entendida por Santo Tomás como “la buena vida humana de la multitud”.
Sin embargo, siguiendo el hilo de las paradojas de la política, es necesario insistir que el gran modelo que quiso instaurar la concertación desde un inicio fue sacar del poder a los militares; sin embargo, las vueltas de la vida – y sin ningún ánimo de brete- observamos que el gobierno concertacionista delegó el poder, dejando en dos regiones del país a cargo de los militares. Se me viene a la mente de forma inmediata una narración paradójica que sostuvo un filósofo- que paradójicamente no recuerdo su nombre- y decía algo así “¿Y si democráticamente se decide el fin de la democracia?”.

jueves, 25 de febrero de 2010

Brasil: ordem e progresso


Brasil ha hecho las cosas bien desde exactamente el año 1995, año en que asumió en el poder el sociólogo, profesor y político del partido social democracia -Fernando Henrique Cardozo-. Sus inicios fueron como Ministro de Hacienda en el gobierno interino de Itamar Franco, quién era el vicepresidente del destituido Collor de Mello. Fue ahí donde tuvo la misión de contrarrestar la hiper elevada inflación de 2000% que azotaba al país. Así se crea el plan Cardoso, que obtuvo excelentes resultados. Dentro de sus principales aciertos fue la de cambiar la moneda e igualarla al dólar, así surge el Real y empieza el equilibrio al frenar la escalada infinita que tenían los precios. Creador de una política neoliberal que venía en boga en la década de los 90 en casi toda Latinoamérica, de esta manera comienza la apertura de los mercados hacia el exterior. Una reforma a la constitución le permite tener un segundo gobierno que duraría hasta el 2003, año en que lo sucede el carismático Lula da Silva. Antagonista en el fundamento político a Henrique Cardozo, logró llegar al poder junto a la conglomeración izquierdista del Partido de los trabajadores. Sin embargo, ha seguido muy inteligentemente las iniciativas del anterior gobierno y puso en marcha un ambicioso plan industrial a nivel público y privado, con la clara misión de dar más mano de obra y así dejar de ser el país con el mayor número de pobres de Iberoamérica, cifra que redujo en más de un 30%. Lula, en su primer gobierno hizo significativas reformas al sistema tributario y al previsional lo que dieron un superávit de un 38% del PIB. Sin embargo, la política fiscal y el aumento de la deuda pública son los puntos que el nuevo gobierno deberá sortear con mucha astucia. Una de las grandes críticas al actual gobierno fue que el gasto público se concentró en su mayoría en gasto corriente y no en un gasto enfocado a la inversión.



Actualmente, Brasil, posee el mejor índice de clima económico (ICE) con 7,8 puntos. A modo de analogía, Chile registró el segundo puesto con 7,4 puntos. Las expectativas macroeconómicas se prevén muy alentadoras: crecimiento del 5%, superávit del PIB en torno al 3,5%, inflación controlada sobre el 4,5%. Todos estos balances se demuestran en la fuerza que ha tenido el sector industrial que ha crecido con inusitada fuerza en los últimos 4 años. Esto, por los esfuerzos en inyectarle una gran diversificación de tecnología que se ha visto representada en el aumento sostenible de la producción industrial. Sin embargo, no todo es color de rosa. Los grandes defectos del actual gobierno son el precario sistema judicial y la institucionalidad política, del cual depende mucho del muñequeo que representa el presidencialismo exacerbado en Brasil, vale decir, el caudillismo es importante para mantener ordenado el sistema de presiones, sobornos y burocracia.



Recientemente, se firmó un Acuerdo Estratégico de Integración Económica con México lo que indica que los dos pesos pesados de Latinoamérica están estrechando vínculos, a futuro el TLC parece inminente. En la última década el comercio bilateral entre ambos creció en un 138% (US$ 6.000 millones 2009), en simples palabras, estas dos potencias unidas representan casi las dos terceras partes del PIB de la región.
El 3 de octubre, será el día en que se producirán los comicios presidenciales en Brasil, lo fundamental aquí es entender que Brasil ya no contará con “Súper Lula” que en la última encuesta de diciembre del 2009 arrojaba un 83% de aprobación; por lo tanto lo que ocurrirá en materia de política económica, reformas institucionales y de relaciones internacionales, serán una incógnita que todos los analistas, presidentes, asesores y periodistas del mundo estarán atentos. Aquí se definirá el tablero geoestratégico de la región a mi manera de ver.



Cabe destacar que en los últimos sondeos sale mejor posicionado al gobernador de Sao Paulo, José Serra –opositor-. De ganar Serra la situación Política variará sustancialmente, esto porque la visión con Venezuela tenderá al distanciamiento y al acercamiento con EEUU. Por su parte, La candidata oficialista es Dilma Rouseff – La Bachelet Brasileña- que viene creciendo fuertemente en las encuestas, pero carece de carisma, es la llamada a seguir el legado de Lula.



En síntesis, salga quien salga en materia económica la articulación protagónica la ha tenido el Estado y esto ha sido la constante mundial. Fue esto lo que trajo los buenos resultados en materia social, por lo que sería un craso error ponerle cortapisas a una segmentación entre el mercado y el Estado.
Por último, no nos debe sorprender que ser el anfitrión de los dos eventos deportivos más importantes del orbe- El mundial de fútbol en el 2014 y los Juegos Olímpicos de Rio en el 2016- no son meras coincidencias. Y ahora más que nunca me doy cuenta del trasfondo del lema “orden y progreso”, máxima acuñada al positivista Auguste Comte que lo explica como “El amor por el principio, el orden por la base, el progreso por fin”

martes, 16 de febrero de 2010

La evolución del concepto de la política


A lo largo de los años hemos observado que el concepto de política ha cambiado según las variables de la historia. Desde la época clásica, donde nacen los primeros estudios de la política, el sostén de ésta iba en directa relación al bien común, por lo menos en teoría y muy bien arraigada para los contemporáneos de esa época. Así advertimos que con el correr del tiempo, el objetivo final ya no era el bien común o el fundamento esencial de ésta, sino que el Estado. Al menos, a partir del surgimiento del Estado Moderno, estoy hablando del siglo XV-XVI en adelante, cuando estaba aún muy incipiente la idea- pero que ya estaba concurriendo- la existencia de un gobierno común y el sentimiento de identificación cultural y nacional de sus propios habitantes, con esto nace la diplomacia; la prestación de servicio que da el señor feudal al ceder sus derechos individuales a cambio de una serie de privilegios, dentro de estos, la defensa. Así vemos transcurrir que el concepto de política ha sido muy voluble a lo largo del tiempo.
A finales del siglo XVIII observamos la creación (y bien dicho creación, al estilo kantiano hablando) del Estado liberal, donde sus referentes son muchos los que hicieron su principal sentimiento a la razón, tal es el caso de: Montesquiev, Diderot, Rosseau, Locke, Hobbes, etc. Cabe recordar, que este Estado Liberal nace de una detracción perentoria al sistema monárquico-feudal, y que su máximo esplendor se obtuvo cuando el Rey francés Luis XIV, señala: “L'État, c'est moi” (El Estado soy yo).
Con los años esta repostulación del Estado, y así mismo, de la política traería más connotaciones como seria el Estado de Derecho, inmerso dentro del mismo contexto y tiempo que el Estado Liberal, pero con un gran aporte en lo jurídico. Esto se entrecruza con la acción protestante, muy en boga en la Europa del siglo XVII, donde esta articulación que realiza la religión calza perfectamente con el ius naturalismo racional, que aduce la existencia de un derecho autónomo alejado de toda cuestión ética y moral.
Posteriormente, convergemos en el tiempo en que la política es vista como un objeto de poder o simplemente un mecanismo encargado del control de la sociedad, paradójicamente observamos que en el siglo donde toma mayor fuerza estas teorías agonistas ( agón= lucha, adversarios) es precisamente el siglo donde se desatan las mayores mortandades de la historia del mundo, nacen las mayores ideologías políticas de la humanidad y encabezadas por personajes donde la autocracia era su máximo modelo político, todo esto en el siglo XX. Por lo tanto, no nos debe asombrar los postulados de Arendt, al sostener que el poder termina donde comienza la violencia. Justamente el valor más preciado de la política es el evitar a toda costa la violencia, es por eso que existen mecanismos paralelos, como la diplomacia, para serenar y conducir eventuales conflictos. Dentro de este punto, Foucault, gran pensador del siglo XX, sostiene que en nuestra sociedad disciplinaria predominan ante todas las cosas, los mecanismos de control. Vale decir, se ha convertido en lo más fundamental de nuestra estructura social la vigilancia antes que el conocimiento, entonces, es mejor que alguien nos esté observando constantemente, en vez de dejarle al hombre ser libre. No me queda nada más que pensar que se perdió la confianza en el hombre, cuando Nietzsche mató a Dios.
Como señalábamos, el control de los individuos ya no es realizada por la justicia en su totalidad sino que son los poderes laterales, al margen de la justicia, como la policía y toda una red de instituciones de vigilancia y corrección, que salen al llamado de proclamar el orden antes que todo. Incluso antes que se propicie un desorden, como si tuviesen una bola de cristal.
Los hechos que propiciaron las guerras mundiales, están en directa relación al clima político que se manejaba para entonces, luego nuevamente se da un cambio vertiginoso a mediados del siglo XX. Esta nueva concepción de ver al mundo, se obtiene tras los desastrosos resultados que habían traído consigo el progresismo racional y llevado a la mejor de sus prácticas en la primera parte del siglo XX. Ahora se le da paso al Estado de bienestar, al de las comunidades de naciones como pregonaba Kant hace 3 siglos antes, a la incipiente globalización a gran escala: económica, política, jurídica, social, etc. Esto fue lo que se creó, como una necesidad evidente, a una necesidad de reconstrucción de Europa en primera medida, y luego la reconstrucción del mismo hombre, en segunda. Finalmente vino a emerger y a terminar de crecer este nuevo hombre cuando cae la muralla de Berlín en 1989, y con esto toda la maquinaria soviética que lo apoyaba. Por lo tanto, cae el último indicio de la ideología que fue muy virulenta a lo largo del siglo XX.
Tras este rápido repaso de los principales cambios en que el concepto de Política debió de enfrentar, me sitúo en el contexto que realmente me convoca, que forma parte de la ultima parte – nosé si final, no tengo ánimos deterministas- del nuevo esquema que se debe orientar la política. El término de ésta nueva forma de ver la política es más cómo una política aplicada, donde las variables de poder, control, Estado, siguen ejerciendo su rol; pero ahora lo que cambia es el enfoque de cómo ejecutar las políticas; en otras palabras, el problema logístico aquí es el relevante. Por lo tanto, el inicio de este Estado de bienestar viene sujeto a una delicada red que actúa como puente para poder concretar estos proyectos. Muy en boga, en el actual periodo de la actual mandataria de nuestro país, donde la expansión de esta red de protección debe ser el inicio para una mayor profundización de esta área en especifico, para poder llegar a cada uno de los más necesitados de forma más certera y focalizada. Eso es lo que se llama “ver, para prever y prever para proveer”.

Articulo publicado En el diario EL Centro el dia Martes 23 de Febrero del 2010 y en el diario electronico www.elamaule.cl/admin/render/noticia/24262 del 18 de febrero del 2010

miércoles, 3 de febrero de 2010

El nuevo escenario latinoamericano tras el triunfo de la derecha en Chile


No cabe duda que lo suscitado en el país en esta última elección presidencial, aparte del carácter histórico que implica, traerá una serie de efectos políticos en la región. Este nuevo escenario, tiene ahora un nuevo integrante de la nueva camada derechista que está tomando vuelo en la región. Las recientes elecciones en Panamá, tubo como vencedor al también multimillonario y con tendencias derechistas: Ricardo Martinelli; por su parte, en Honduras tras el golpe de Estado en contra de Zelaya asumió Porfirio Lobo y ahora se suma Sebastián Piñera en Chile. Sin embargo, hay que ser justos y racionales, no podemos comparar nuestro espíritu eleccionario con el de los demás países antes mencionados, donde Chile son una verdadera oda al fundamento democrático y marca la pauta de lo que significa la acción cívica.
La estrategia a seguir para Chile, es la de seguir haciendo gestos al líder de la región –Brazil- donde las implicancias e influencias que dejará Lula da Silva serán las claves para mantener el apoyo de una de las economía que más ha progresado en el último tiempo. Cabe destacar, que en octubre próximo serán las elecciones presidenciales en Brasil, donde el continuismo de Lula lo representa su actual jefa de gabinete Dilma Rousseff que está muy bien posicionada en los sondeos pre electorales. Esto es muy significativo, porque como el caso de Brasil, también se deben realizar elecciones presidenciales en Costa Rica y Colombia durante el 2010, y de Perú, Argentina, Guatemala y Nicaragua en 2011.
Viendo este esquema, no es descabellado dimensionar que poco a poco el eje de izquierdización que venía marcando la pauta en la zona, se vaya redireccionando hacia una centro- derecha. El fundamento real a estos cambios es el modelo de transición que la democracia delimita como eje operacional más importante, por lo tanto la alternancia al poder debemos verla como algo natural, pero ¿qué pasa con aquellos países que el concepto de democracia, de oposición constructiva y de gobernabilidad en vista el bien común, simplemente no existen? Como son los casos de Ecuador, Bolivia, Colombia y Venezuela. Aquí las principales razones de Estado convergen hacia otros fines, que van de la mano a una “refundación” de sus Estados, y con acento a continuar con la guerra contra la FARC y el narcotráfico, en el caso Colombiano; o bien, la de refundar al Estado en “Estados plurinacionales” como en Bolivia; Idear y reconstruir el socialismo moderno a su manera, por supuesto, en Ecuador y Venezuela.
El tablado político en la región dicta de dos caminos muy claros: el conformado por el ALBA y liderado por Hugo Chavez, donde lo conforman: Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Antigua y Barbuda, Dominica, San Vicente y Granadinas. Por la otra vereda, encontramos a: México, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú y Chile. Brasil, por su parte, juega el rol de “comodín” con una estrategia moderada entre ambos polos.
En síntesis, lo concreto es que Chile está obligado a mantener una postura más cercana con este último grupo, donde su principal bastión es Colombia. Sin embargo, para Colombia esto es un arma de doble filo, ya que no seguiría siendo el amigo numero 1 de los EE.UU, porque pasaría ahora a manos de Chile, pero por lo menos no se sentirá tan solo en esta parte del hemisferio. La estrategia aparente es la de seguir manteniendo los lazos prudenciales con las potencias como Brasil, Argentina y México, pero el gran aporte será la de crear una nueva esfera de influencia donde la ventaja de plataforma económica que exhibe Chile, será de gran importancia para el nuevo juego de adecuación que deberá propinar este nuevo gobierno chileno.

viernes, 8 de enero de 2010

El despertar del Gigante Ruso


El escenario mundial tras la caída del muro de Berlín cambió drásticamente de ser un mundo bipolar (hegemonía de EE.UU. y la URSS) a ser unipolar. Esta unipolaridad ha ido cambiando poco a poco el centro de gravedad de occidente a oriente. Por su parte, los ojos ahora están puestos en oriente en donde el boom económico de potencias como Japón, China, India, Malasia y Singapur están dando que hablar y se están posicionando fuertemente en la región. La gran hegemonía de países emergentes cambió el tablero mundial, situándonos ahora en un mundo post- estadounidense y con claras tendencias multipolares con países como China, Unión Europea, India y Rusia.

La Rusia actual tiene todos los componentes necesarios para volver a la elite mundial, para eso debe canalizar los esfuerzos en ordenar sus finanzas internas y seguir su política de posicionamiento en la zona de la Europa de Este. La sociedad rusa, por su parte, le ha demostrado al mundo no estar en condiciones de vivir sin una ideología oficial, o algo que esté por sobre ellos. Eso fue lo que supo leer correctamente Wladimir Putin cuando a partir de su segundo periodo presidencial (2004-2008) empezó a desarrollar un programa nacional enfocado en la nación y el pueblo.

Históricamente Rusia ha funcionado bajo el eje de tres conceptos claves que son el pueblo, la soberanía centralizada y la religión. Básicamente hablamos del Estado rígido zarista, la autarquía comunista implantada por la URSS y el cristianismo ortodoxo. Esta es la esfera de poder con que cuenta Rusia actualmente y será ésta la que los hará despertarse de los laureles y volverse a posicionarse como potencia que fue. Para este fin los objetivos son claros. Medvedev a sabido precisar su política externa y mantener una férrea actitud con los países que antes conformaban la orbita soviética – como dijimos- con la intención de alcanzar la supremacía para con sus circundantes y de esta manera poder supervigilar la región para con sus propios intereses.

Lo acontecido a fines del 2008 cuando se enfrentó y aplastó a la Georgia de Saakashvili, nos demuestra la nueva dinámica de la estrategia exterior de Rusia, el no dejarse amedrentar por ningún país que no esté dentro de los planes del Kremlin. Por su parte, la aptitud adoptada por Saakashvili fue la de un verdadero genocida de su propio pueblo tras no aceptar que Osetia del sur y Abjasia se independizaran. Esto marca la tónica de que el principal objetivo es mantener la postura política por sobre los deseos de la misma gente.

Para Rusia es este el juego en que quería entrar y donde se siente más cómodo, que es el juego de amedrentar mediante el uso de la fuerza si es necesario y la de emprender protección a sus antiguos aliados de la ex orbita soviética. La imagen de sentirse impávido ante las solicitudes de la Unión Europea, Estados Unidos y la misma OTAN se acercan a sus pretensiones de desbalancear a los países Pro- Unión Europea, a través de tratados bilaterales, como los ya realizados con Alemania, Francia e Italia por materias energéticas.

Una de las grandes escuzas mediatas que tienen para intervenir son su cantidad de rusos que tienen apostados en la región, precisamente ese fue el fundamento con que se decidió ingresar a terrenos de Osetia del Sur, aduciendo que la población rusa se erguía por sobre el 70% del total de la población, que es un dato importante a considerar. Además, la de controlar los oleoductos que conectan con gran parte de la red que suministra la energía a Europa central.

En la actualidad su gran aliado ha sido Bielorrusia, con quién han realizado despliegues militares en conjunto a los alrededores de Polonia. Este despliegue realizado en Septiembre del 2009 por las fuerzas militares rusas ha sido el mayor ejercicio militar emprendido tras los últimos 30 años. El objetivo primordial del Kremlin fue la de observar los progresos de las fuerzas militares rusas; y por supuesto, que le “observaran” las nuevas tecnologías que ha alcanzado Rusia, sobretodo en materia de Comunicaciones. La alianza estratégica con Bielorrusia lo dejan con una posición expectante en la zona a nivel geoestratégico porque ahora tendría una inmejorable posición hacia la Europa Centripetal, precisamente e ahí las dificultades que tienen de “cabeza” a los propios polacos.

La estrategia a utilizar de parte de Medvedev se a orientado al de “separar para gobernar”, este a sido el mecanismo utilizado para impedir la solicitud de ingreso a la OTAN de Georgia y Ucrania- claro está- firmemente apoyado por Polonia que no le acomoda en absoluto seguir siendo el país “colchón” entre la Europa Occidental y Rusia. Cabe recordar, que la política militar de Estado Unidos bajo el gobierno de Bush contemplaba realizar un escudo misilístico con la intención de controlar los arsenales militares iraníes, esa era la explicación que daba Washington, pero en la práctica es mucho más que un “mirador” hacia las tierras del Eufrates y el Tigris, sino que era un lugar clave para controlar y supervigilar la Europa del Este, Rusia y el acceso energético proveniente de Rusia. El actual gobierno de los Estados Unidos se ha pronunciado al respecto señalando que desistirán de la terminación de este proyecto misilístico. Que tenían muy preocupado al gobierno de Medvedev por la amenaza que presentaría este proyecto de gran envergadura; sin duda, hubiese sido insuficiente para controlar la magnitud del arsenal ruso, pero fue visto de parte del Kremlin como una seria amenaza a su disuasivo poder nuclear y un acercamiento completamente injustificado de parte de los Estados Unidos.

Rusia tras el término de a guerra fría debió sufrir grandes embates económicos y la pérdida de millones de recursos naturales tras la independencia de gran parte de los países que conformaban la orbita soviética. Hoy en día, Rusia se encuentra en una trancisión económica poniendo sus mayores esfuerzos en controlar la inflación, que en los últimos años a llevado una constante alrededor del 10%, y la de robustecer su moneda, el Rublo. El mayor aporte al PIB del país lo realizan los servicios que bordean el 55% del PIB, lo sigue la industria que bordea el 40% y en menor medida la agricultura con un 5%. El problema fundamental que debe enfrentar Rusia para llegar a ser potencia a nivel económico, será la de reordenar sus finanzas y focalizar las inversiones de mejor manera, con el objetivo de sacarle provecho a su vasta cantidad de recursos que posee. Cabe considerar que es el mayor productor de madera del mundo, teniendo el 20% de las reservas mundiales y es el 2º productor de petróleo del mundo tras Arabia Saudí, donde sus reservas alcanzan el 4,5% del total del orbe, a esto le sumamos un 27% de las reservas de gas natural del mundo.

Con todo esto, Rusia está en condiciones de entrar en la élite mundial a nivel económico si se lo propone, sin embargo no basta con aceptar su condición, sino que es hora de actuar. Aún siguen restricciones a las condiciones de exportación, donde lo aranceles y las barreras administrativas siguen siendo muy elevadas y con una alta intervención burocrática, por lo que se hace demasiado engorroso. Este es uno de los grandes problemas que no puede solucionar el Estado todavía, la modernización debe empezar desde el seno mismo de la maquinaria estatal para potenciar la inversión en infraestructura adecuada para la industria de los commodities, que se ha venido estancando progresivamente, por causa de las precarias condiciones estructurales. Tal es el caso de las industrias petrolíficas.

El principal esfuerzo debe orientarse en seguir manteniendo el sitial en materia energética que lo ha llevado a ser el abastecedor de gran parte de Europa y el cuarto a nivel mundial en productividad energética tras Estados Unidos, China y Japón. Esto por la diversidad que poseen en carbón, gas y petróleo. Las políticas económicas se están realizando en buena dirección, porque le están asignando la importancia necesaria a mantener una economía con influencias “hacia afuera” este es el caso los últimos acercamientos con países como Brasil, China e India – grupo denominado BRIC- donde estos contactos van de la mano a la comercialización conjunta, intercambio de bienes y servicios, mejoras tecnológicas y aliados políticos.

Cabe destacar que los cuatro integrantes de este grupo son lo llamados a reconquistar su liderazgo en la región, como el caso de Brasil en Sudamérica, China en Oriente y Rusia en Europa del Este. Este es el destino de Rusia donde la organización interna será la llave que lo hará despertar y empezar a generar las influencias necesarias para comenzar a crear un nuevo Estado y empezar a rearmarse tras la caída del imperio soviético.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Chile y su vinculación a la OCDE

Este gran salto- cualitativo y cuantitativo- realizado por Chile de inmiscuirse al grupo selecto de los “pesos pesados” de la economía mundial, es simplemente formidable. Las políticas económicas que ha trazado Chile en los últimos 20 años van de la mano a una imagen país de ser una plataforma económica en la región, cabe recordar en la década de los 90’ la apuesta por los TLC y la entrada a la APEC.

La gestión macroeconómica ha sido un acierto, a pesar de los embates que han producido las crisis internacionales; las finanzas públicas han sido un verdadero ejemplo de cómo enfrentar los momentos más críticos y aún así mantener reservas en el extranjero.

Sin embargo, el acceso a este conjunto económico no fue fácil. Se Debieron adoptar una serie de reglamentos para que Chile estuviera en la vanguardia económica mundial, fue así que se avanzó en materias de modernidad al sistema financiero, productivo e institucional. Se hizo necesario cambiar las normas que regían a los gobiernos corporativos de las empresas, poniendo énfasis en la responsabilidad penal para aquellos que se confabulen para lavados de activos o la regulación dolosa de los precios, quizás el mejor ejemplo para esto fue lo que aconteció en la colusión de los precios de las farmacias, dónde hubiese sido mucho más efectiva y dura la pena para los culpables.

Otro gran avance en materia financiera será la prohibición del uso de información privilegiada, lo que permitirá una mayor igualdad en la tranza de las acciones, y a su vez una apertura a gradual a compañías de menor importancia. La flexibidad al secreto bancario, por su parte, traerá como consecuencia una mayor transparencia en el mercado bursátil y dejaremos de permanecer en la “lista gris” de paraísos fiscales, donde aún permanecen potencias cómo Suiza, Singapur y Austria. Todo esto para afirmar la seguridad y la estabilidad a los mercados y capitales extranjeros.

Sin duda, el gran reto viene ahora en adelante dónde se verá realmente si Chile puede salir adelante en materias que históricamente han sido insuficientes. Tal es el caso de la innovación en tecnología e investigación para hacer de Chile una potencia productiva y sustentable, si bien los aportes reales han sido bastante deficientes, ésta es la oportunidad para poder compararnos con las verdaderas potencias en el rubro.

Por su parte, en materia de educación será la gran apuesta que Chile deberá enfrentar. La accesibilidad a la educación superior ha sido un verdadero problema y lo peor aún, sin resultados para los sectores más vulnerables. Es ahora el momento de proyectar las suculentas inversiones en educación y focalizarlas de mejor manera, con el único objetivo de mejorar la productividad del trabajo y de una vez por todas acortar la gran brecha de ingresos en nuestro país.

Sin embargo, la inclusión de Chile a la OCDE si bien es importante, porque sería el primer país sudamericano en pertenecer a este selecto grupo de las 30 mayores potencias económicas del mundo y segunda a nivel latinoamericano- tras México- no obstante, el impacto real no es la gran panacea como muchos quieren verlo, ya que los beneficios reales no son tan palpables – como el caso mexicano- ya que no resuelve los problemas estructurales del país, sino que los pone en el tapete mundial. Lo importante es que los principales cambios ya se establecieron a nivel interno, ahora habrá que esperar para que estas políticas se adecúen a nuestra realidad y podamos recién soñar con ser un país del prestigioso “club de los países ricos”.

lunes, 14 de diciembre de 2009

De cara a la segunda vuelta presidencial

La reciente elección presidencial en Chile dejó de manifiesto el descontento uniforme que se ha apoderado de la “maquinaria” concertacionista a nivel de nuevos líderes políticos en los últimos años. El 30% obtenido por Eduardo Frei es elocuente, si lo comparamos con el escenario de las últimas elecciones presidenciales efectuadas en el 2005, la actual mandataria en primera ronda alcanzaba el 46% de las preferencias, vale decir seria la suma de los votos de Marco Enríquez- Ominami con los de Frei en esta última elección presidencial en términos generales. Sin embargo, esta sumatoria no se expresa concretamente en la intención de voto del electorado objetivo de Enríquez- Ominami, según lo que reflejó los resultados de la última encuesta CERC dada a conocer los últimos 4 días de la elección presidencial, donde sostenía que la intención de voto del electorado de Marco Enríquez- Ominami que se endosarían al actual Senador DC sería alrededor de un 50% de su votación. Esto nos demostraría que la gran brecha alcanzada por el candidato de la coalición por el cambio tendría un triunfo histórico para la “derecha “chilena si se da la lógica de la encuesta CERC donde un 23% pasarían a Piñera. Por lo tanto, sería la primera vez desde 1958 donde un representante de la “derecha” sea elegido presidente de manera democrática desde la elección de Jorge Alessandri Rodríguez.

El nuevo escenario para la segunda vuelta, tendrá como componente esencial de campaña una batalla de propuestas y promesas que intente conquistar los votos que dejaría Enríquez- Ominami. Por su parte, veremos muchas caras “nuevas” de parte del comando de Eduardo Frei donde el apoyo que entregue el gobierno será fundamental para tratar de captar este electorado “díscolo” que le permita acortar la brecha con el líder de la coalición, Sebastián Piñera. No nos deberá sorprender la arremetida que tendrán los “rostros fuertes” de la concertación que tienen mayor porcentaje de aprobación, como es el caso del actual ministro de hacienda, Andrés Velasco y el todopoderoso Ricardo Lagos; o el caso de la misma mandataria, en el cual su alta aprobación de la ciudadanía será clave para enmendar el rumbo de la concertación. Por su parte, la estrategia que intentará realizar la Coalición por el cambio será la de reconquistar el espíritu joven que disponía el ex PS, donde la acaparación de estímulos y promesas para este sector joven serán una de las armas a tomar para obtener parte de esa votación que le permita obtener lo suficiente para llegar a la moneda.